top of page
Buscar

Síndrome del impostor

Actualizado: 12 sept

En mis conversaciones con mujeres emprendedoras, muchas de ellas brillantes, comprometidas y con ideas valiosas, he notado algo que se repite más de lo que imaginamos: la sensación de que no son suficientes. No importa cuántos logros tengan o cuánto se preparen, muchas sienten que en cualquier momento alguien descubrirá que "no saben tanto", que "no están listas" o que "no deberían estar ahí". Ese sentimiento tiene nombre, y es más común de lo que creemos: el síndrome del impostor.


Este fenómeno, descrito por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978, afecta especialmente a mujeres en contextos de éxito o visibilidad, haciéndolas dudar de sus capacidades y atribuir sus logros a la suerte o al esfuerzo excesivo, en lugar de reconocer su propio mérito. Lo veo una y otra vez al momento de tener una comunicación con ustedes. Y lo más curioso es que suele aparecer más en las personas más responsables, comprometidas o exigentes consigo mismas.


Si esto resuena contigo, quiero recordarte algo: estar en duda no significa que no seas capaz. Significa que te importa, que estás creciendo, que estás saliendo de tu zona cómoda. Tu valor no se mide por lo perfecto que seas ni por la cantidad de títulos que tengas, sino por tu disposición a aprender, a intentarlo, a seguir aunque sientas miedo. Eres suficiente. No tienes que esperar a “ser alguien más” para creer en ti.


Y si hoy te cuesta creer en ti, entonces cree en quienes sí lo hacen. Porque siempre hay alguien que te ve con otros ojos: una amiga, una mentora, una madre, una guía, una compañera de camino. A veces nosotras somos las últimas en ver nuestra luz, pero eso no significa que no brille. Mientras te fortaleces por dentro, apóyate en esas miradas que te sostienen y te recuerdan que mereces estar exactamente donde estás. No estás sola.


Referencia: Clance, P. R., & Imes, S. A. (1978). The Impostor Phenomenon in High Achieving Women: Dynamics and Therapeutic Intervention. Psychotherapy: Theory, Research & Practice, 15(3), 241–247. 


ree

 
 
 

Comentarios


bottom of page